
Pasteurización y Acondicionamiento
Después de la fermentación, es imprescindible eliminar cualquier microorganismo perjudicial y ajustar químicamente el compost para que esté en su punto óptimo para la siembra. Aquí es donde realizamos la pasteurización térmica, un proceso natural que llevamos a cabo en nuestras cámaras específicas. Subimos la temperatura del compost a 58–60 °C durante al menos 8 horas, asegurando también que el aire circundante supere los 56 °C. Este tratamiento elimina insectos, bacterias, hongos competidores, nematodos y cualquier forma de vida que pueda poner en riesgo la colonización del micelio.
Tras esta fase, entramos en el acondicionamiento, que es una etapa de maduración más controlada. Mantenemos el compost a una temperatura constante de 47 °C, durante la cual las bacterias beneficiosas completan la descomposición de los restos orgánicos y ayudan a reducir los niveles de amoníaco, uno de los principales enemigos del micelio si no se controla. Solo cuando el compost tiene un nivel de amoníaco por debajo de 10 ppm, una humedad adecuada, una textura suelta y homogénea, y un color uniforme, lo consideramos listo para la siembra. Entonces lo enfriamos gradualmente hasta los 20–24 °C, preparándolo para la inoculación. Esta fase requiere experiencia, control de datos y una vigilancia constante.
Resumen
Eliminamos organismos dañinos con calor, reducimos el amoníaco y estabilizamos el compost, dejándolo limpio, maduro y en condiciones óptimas para recibir el micelio.
Eliminación de patógenos
Reducción de amoníaco
Preparación para siembra